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En un mundo digitalizado como en el que vivimos hoy en día, aún hay empresarios que se rehúsan a implementar soluciones tecnológicas que les permitan sacar la máxima productividad y rentabilidad. ¿Qué los está deteniendo de entrar a la industria 4.0?
Antes de tomar la decisión de trabajar con un sistema operativo, debes conocer todos sus aspectos. Uno de los más importantes debe ser la simplicidad, y esto debe estar presente tanto en el proceso de implementación como en su uso diario. Una solución tecnológica debe ser eso, algo que aporte soluciones y no haga más complejos los procesos que ya tienes. Hay muchas opciones en el mercado, con técnicas que permiten una visualización de dashboards intuitivas de leer y operar, de tal forma que permiten una perspectiva certera de lo que ocurre en la empresa. Por otro lado, tu equipo de colaboradores debe estar dispuesto al cambio y tener la capacidad de adaptarse, esto hará las cosas más sencillas.
Un software con una alta dedicación y desarrollado con atención en los detalles, debe poder adaptarse a los procesos de tu empresa. De esta manera, podrá centralizar y analizar toda la información, apoyando y simplificando los procesos existentes y creando mayor valor para tu empresa. Si hablamos de la industria gráfica, donde aún la mayoría de los procesos son artesanales, existe aún mayor recelo a dejar un sistema operativo “controlar” los desarrollos y manejarlos desde una “nube”. Pero recuerda, la tecnología avanza por segundo y todo es posible.
Esto puede ser un mito muy común: Un software es muy costoso, es una compra de una vez y luego no tengo apoyo ni acompañamiento ante cualquier duda que pueda tener. Por eso, es importante tener en mente lo que hemos repetido en este artículo, los desarrollos tecnológicos llegaron para simplificar las soluciones de los problemas y democratizar las herramientas que lo permiten. Bajo esta premisa, debes recordar que los precios y paquetes deben ajustarse a tus necesidades y a las de tu empresa; un sistema operativo debe ofrecer apoyo continuo, más allá de la implementación, debe mejorar el trabajo y la satisfacción de tus colaboradores, optimizar los procesos y permitirte tomar decisiones más productivas y competitivas.
El secreto para que un sistema operativo funcione para tu empresa, es alinear las necesidades con funciones que se adapten a ellas. Además, es muy importante que la decisión no sea un impulso, la implementación puede ser compleja y debe ser respaldada en cada fase del proceso para que al final el éxito sea recompensa a todo el esfuerzo y en eso no es factor influyente lo grande o pequeña que sea tu empresa, sino las ganas de superación y ambición que tengan.
